Juana es una adolescente de 16 años que cumple una medida socioeducativa en una de las celdas preventivas de la ciudad de León. Cuando fuimos a verla, se puso en fila para salir de la celda, en un grupo pequeño salen de 5 en 5, la luz que le refleja en sus ojos le molesta, los tapa, una vez que logra abrirlos y le deja de molestar el resplandor los abre y observa quiénes están a su alrededor, levanta la mirada y sonríe…

Luego de 15 minutos de recorrido en un bus, llegamos a Mi Chante, ubicado en el barrio “Walter Ferreti” del municipio de León, proyecto financiado por Terre des hommes, a través de la cooperación de Medicor y AECID.

“Nos portamos bien y ganamos la confianza para que nos permitan salir”

Salir de las celdas es un privilegio que ellas y ellos se ganan por portarse bien. “Este lugar me ha enseñado que el tiempo es corto y tenemos que aprovecharlo al máximo, gracias a Dios que tenemos este programa y venimos aquí porque despejamos nuestra mentes, en algún momento pensé que mi vida había acabado ya que no había hecho nada provechoso, ahora conozco muchas personas buenas, quiero salir y ver mis amigos, mi familia, mi hogar y no mirar atrás y ver el futuro hacia adelante”.

Juana tiene 3 años en una medida privativa de libertad, este año saldrá en libertad y deberá ir a los juzgados para seguir siendo monitoreada. Su futuro es tan brillante como ella lo pueda imaginar.

Crédito foto: © Tdh / Gloria Pardo

Share This