El pasado miércoles 26 de abril, jóvenes y adolescentes de la comunidad Arborizadora Alta en Ciudad Bolívar, representantes de instituciones educativas, organizaciones de la sociedad civil, líderes comunitarios, jóvenes en medidas no privativas y otros privados de la libertad de los centros Forjar y de El Redentor, hicieron parte de la II mesa interinstitucional por la prevención de la violencia y la vinculación al delito entre jóvenes y adolescentes en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá.
El objetivo de este encuentro se centró en la identificación de las capacidades de cada uno de los actores participantes, para la atención de adolescentes que se encuentran en casos de situaciones tipo III (situaciones de agresión escolar que sean constitutivas de presuntos delitos), al interior de las instituciones educativas.
Durante la actividad, el equipo colaborador de Tdh-L que implementa el proyecto de Justicia Juvenil Restaurativa, encabezó el inicio de la mesa con una charla introductoria sobre la ley 1620 de 2013 que guarda relación con la creación del Sistema Nacional de Convivencia Escolar y con la formación para el ejercicio de los Derechos Humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación de la violencia escolar, así como lo que competente a la comisión de delitos en adolescentes y jóvenes. Luego de esto, los participantes conformaron tres equipos de trabajo a los que se le asignó una situación hipotética que debían estudiar y analizar para finalmente, brindar una posible ruta de atención, desde cada uno de sus roles como jóvenes, funcionarios y representantes de entidades gubernamentales y civiles.
La participación activa de los jóvenes, fue un factor fundamental para el óptimo desarrollo de la actividad, tal como lo afirma Milena Herrera, profesional encargada del eje de prevención de la violencia y el delito del proyecto de Justicia Juvenil Restaurativa de Tdh en Bogotá, cuando afirma…“ Poder contar con la participación de los chicos es muy valioso para estas mesas… ellos son los protagonistas y su participación activa fortalece estos procesos de construcción de prácticas sobre problemáticas que los vinculan a ellos directamente”.
Al finalizar esta actividad por subgrupos, tuvo lugar intercambio entre los jóvenes, los líderes comunitarios y los representantes de las instituciones, quienes socializaron cada uno de los casos y compartieron sus conclusiones, de manera que fue posible evidenciar las dudas que existían, frente a cómo comprender las normativas y la aplicación de las leyes, así como las principales estrategias y rutas que existen en el momento de enfrentar situaciones delictivas.
Crédito foto: © Tdh Colombia